Hoy en día el béisbol busca que los partidos duren el menor tiempo posible y el menor número de innings que se pueda, por lo que quizá ya no veamos un “2×1” en un mismo encuentro, es decir, que duren más de 18 entradas o bien, que finalicen al menos con 23 episodios jugados…
En la historia de las Grandes Ligas, ocho partidos han terminado jugando al menos 23 episodios, y un día 1 de mayo se jugó el más largo en entradas y que sigue como el récord a quebrar y que quizá en unos años se vuelva irrompible si MLB aplica regla de iniciar extrainnings con corredor sembrado en segunda base para acortar los innings y el tiempo de juego.
Solo dos estadios repitieron partidos de al menos 23 entradas, un manager estuvo al frente del mismo equipo en dos, un equipo estuvo en tres –sufrió la derrota en todos– y solo una vez se repitió el mismo enfrentamiento entre los mismos equipos.
La temporada de 1984, fue la última en que se vio un partido de al menos 23 episodios –25, para ser exactos. Hoy en día, los seis estadios donde si vivieron estos encuentros ya no existen, a excepción de uno que sigue en pie, pero sin juegos de Grandes Ligas.
¿Cuáles son los partidos que más entradas han registrado en la historia con un mínimo de 23 entradas? Aquí la lista
26 ENTRADAS: 1 DE MAYO DE 1920, BROOKLYN ROBINS 1, BOSTON BRAVES 1
En un Siglo nunca se ha vuelto a ver un partido así –y jamás se repetirá algo parecido o cercano. El estadio Brave Field de Boston tuvo una asistencia de 4,500 personas para ver un partido que se extendió a 26 entradas y que hasta la fecha es el más largo en innings jugados en la historia de MLB.
A diferencia del béisbol de hoy, el encuentro también fue histórico porque cada equipo usó solo 11 peloteros, es decir cada uno hizo dos cambios y lo más sorprendente es que no fueron los pitchers, ya que ambos abridores lanzaron todo el partido enfrentando cada uno al menos a 90 bateadores.
Leon Cadore abrió por los Robins aislando 15 imparables con una carrera limpia, cinco pasaportes y siete ponches, con un total de 96 bateadores enfrentados y colgando 20 ceros consecutivos desde la séptima entrada. Joe Oeschger, de Braves, admitió nueve hits con una carrera limpia, cuatro pasaportes, siete “chocolates” y 90 bateadores enfrentados colgando ceros en sus últimas 21 entradas.
Otro dato sorprendente del juego, es que tuvo una duración de 3:50 horas. Sólo los receptores titulares de cada equipo, un bateador emergente y un jardinero salieron del juego, que acabó al ser detenido por el umpire Barry McCormick debido a la oscuridad –en 2008, Colorado Rockies y San Diego Padres celebraron el partido más largo en entradas (22) que se ha visto desde 1994, que duró 6:16 horas y cada equipo usó a 21 jugadores, incluyendo ocho pitchers de Rockies y siete de Padres a los que les cantó las bolas y los strikes el umpire mexicano Alfonso Márquez.
25 ENTRADAS: 11 DE SEPTIEMBRE DE 1974, ST. LOUIS CARDINALS 4, NEW YORK METS 3
Por tercera vez en la historia, los New York Mets sostenían un partido de al menos 23 entradas al jugar 25 contra los St. Louis Cardinals. Y fiel a su costumbre, los Mets volvieron a perder en el Shea Stadium ante 13,460 aficionados en un cotejo que terminó a las 3:13 horas del siguiente día tras 7:04 horas de acción en el terreno.
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